Ventana circular calada, dotada de vidrieras, cuya tracería se dispone generalmente de forma radial.
El rosetón se utilizó en la Arquitectura
románica y con mayor profusión en la
gótica. Inicialmente solía ser de pequeño diámetro y se disponía a modo de óculo en los laterales de las naves. Pero a partir del siglo XIII los rosetones fueron aumentando en tamaño y en complejidad de decoración, hasta llegar a increíbles grados de filigrana pétrea. Pasaron a situarse en las fachadas, por encima de las portadas, y en cada uno de los frentes del
transepto. Las vidrieras se decoraban normalmente con escenas bíblicas en vivos colores.